Pues si, la charca era cómoda y bonita, pero todo lo bueno se termina jeje.
Hemos pasado unos días inolvidables por tierras del norte en compañía de amigos y familia.
Primero en Salamanca, con unos guías de lujo, que nos enseñaron cada rincón con el encanto y la sabiduría de quien ama su tierra. Gracias a Rafa, Pilar y Pedro. Prometemos repetir y con mas tiempo.
Luego partimos a tierras gallegas, con chubasqueros y paraguas en las maletas que no hemos podido estrenar, ya que el sol nos acompañó los 10 días que estuvimos de viaje.
Allí nos acogieron mis cuñados, Daniel y Neus, que nos han hecho sentir como en nuestra casa. Hemos disfrutado cada día de esa maravillosa tierra, sus espectaculares paisajes, la gastronomía y la buena compañía.
No olvidaremos jamás los días tan buenos que hemos pasado. Volvemos con los ojos llenos de naturaleza verde, mares infinitos donde se ocultan soles peregrinos, e historia y cultura relatada en cada piedra.
Muchas risas en las sobremesas nocturnas.
Y un momento muy emotivo y especial para nosotros, como fue la
primera comunión de mi hija en Santiago de Compostela, durante la misa del peregrino.
Y ahora vuelta a la vida cotidiana con mas ganas e ilusión.